A todos nos gusta guardar fotos de momentos importantes de nuestra vida: cumpleaños, viajes. Es bonito recordar y revivir lo que sucedió pero es como el trailer de una película, imágenes sueltas que te cuentan un poco por encima lo que pasó.
Los recuerdos que tienes no recogen la realidad de ese día, reproducen instantes muy específicos. Esto lo puedes ver claro en las “otras” galerias de fotos, las que no te gustan, las que no guardas ni en digital ni en físico sino en tu mente. El día que tomaste aquella mala decisión, aquella relación que se rompió, el amigo que te dijo eso que te dolió tanto.
Y lo curioso es que con estas fotos sucede lo mismo que con las anteriores, imágenes sueltas que te cuentan qué pasó pero que no te dicen cómo te sentías ese día, imágenes que no te cuentan cómo eras y por lo que estabas pasando en aquel momento. Tanto las fotos de momentos felices como las de momentos complicados te dan solo una visión parcial de la realidad.
Tus recuerdos son incompletos… no seas tan duro contigo mismo. No te lo digo yo, te le dice el chico o la chica que sale en esa foto.
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