Nueva pregunta en el whatsapp: «¿Cómo dejar de controlar?«.
Gracias por tu pregunta. El tema del control es amplio así que si hay algún punto que veas que resuena más contigo puedes volver a escribir al whatsapp sin problema, vale?
Antes de empezar con alguna pauta que pueda darte ideas de trabajo personal me gustaría que separaras bien lo que es la responsabilidad del control. Hay circunstancias en las que el exceso de responsabilidad en una tarea puede dar lugar a conductas de control que con el tiempo se automatizan. Te sientes responsable de los resultados (por ejemplo en el trabajo) y te esfuerzas para que todo salga bien. ¿Qué pasaría si en vez presionar a tus compañeros optaras por un estilo de comunicación asertivo y de motivación?. Esto es solo un ejemplo con el que te quiero mostrar que el control suele ser un síntoma de algo más que puede ser efectivamente el problema a tratar.
Darse cuenta es el primer paso y suele ser el más difícil. Por eso presta atención a las situaciones en las que notas que controlas más de lo que te gustaría. Te recomiendo que lo hagas por escrito separando:
– la situación objetiva
– lo que has pensado en ese momento
– tu sentimiento, sensaciones corporales
– lo que has hecho, cuál ha sido tu conducta
Una vez hayan pasado unas semanas y tengas un buen número de situaciones apuntadas te darás cuenta de que posiblemente algunas se repiten mucho y esto te darás pistas de por dónde empezar a hacer cambios. Es un buen momento para incorporar un quinto punto a la lista:
«¿Cuál podría haber sido otra forma alternativa de actuar más acorde con lo que quieres?»
Este «más acorde» es una forma de reformular la pregunta de ¿cómo dejar de controlar? a ¿cómo poder controlar menos?. Experimentarás que es algo más específico y alcanzable.
Volviendo al ejemplo del trabajo te propongo ampliar tu mirada a los demás, sin dejar de observarte a ti mismo, tratando de ponerte en el lugar de los demás y entendiendo sus perspectiva y necesidades. Es una buena forma de entender que está bien que busques resultados pero que el control puede no resultar la herramienta más idónea.
Empatizando con tu círculo de compañeros puedes fomentar una comunicación más abierta preguntando directamente a los demás qué necesitan y también compartiendo tus propias necesidades de manera clara y respetuosa.
Aunque estas pautas están, como te decía antes, orientadas al mundo laboral bien pueden servirte para darte ideas que aplicar en otras situaciones. Y, por supuesto, si necesitas acompañamiento en el proceso puedes contar conmigo. Buen trabajo !!!
Coach Personal acreditado por ICF. Máster en Psicología Clínica y Recursos Humanos. Consulta Presencial y Online en Santa Cruz de Tenerife. Te acompaño en la búsqueda de tu Plan de Acción. Información de Contacto.