«La principal ocupación de la filosofía es cuestionar y aclarar algunas ideas muy comunes que todos nosotros usamos cada día sin pensar sobre ellas.
THOMAS NAGEL. Citado en «Las Preguntas de la Vida» de Fernando Savater.
Un historiador puede preguntarse qué sucedió en tal momento del pasado, pero un filósofo preguntará: ¿qué es el tiempo? Un matemático puede investigar las relaciones entre los números pero un filósofo preguntará: ¿qué es un número?
Un físico se preguntará de qué están hechos los átomos o qué explica la gravedad, pero un filósofo preguntará: ¿cómo podemos saber que hay algo fuera de nuestras mentes?
Un psicólogo puede investigar cómo los niños aprenden un lenguaje, pero un filósofo preguntará: ¿por qué una palabra significa algo?
Cualquiera puede preguntarse si está mal colarse en el cine sin pagar, pero un filósofo preguntará: ¿por qué una acción es buena o mala?
Una guía para la vida diaria
Cuando piensas en filosofía, quizás te vienen a la mente imágenes de antiguos pensadores griegos o complicados tratados. Pero, ¿sabías que la filosofía puede ser una herramienta increíblemente práctica y enriquecedora en la vida cotidiana? Más allá de aprender distintos sistemas de pensamiento, la filosofía te invita no solo a mirar la vida diaria desde nuevas perspectivas sino sobre todo a hacerte preguntas sobre la misma en unos términos que es más que posible que nunca te hayas planteado.
Es una forma de mirar, de cuestionar lo que das por sentado y a explorar el «por qué» detrás de tus experiencias, pensamientos y emociones. Al hacerlo, no solo te entenderás mas y mejor sino que también adquirirás herramientas para vivir de manera más consciente y deliberada.
«¿Qué es el tiempo?» podría parecer de entrada una pregunta muy teórica y totalmente farragosa pero ¿y si reflexionar sobre el tiempo te ayuda a valorarlo y en consecuencia a utilizarlo con un poco más de conciencia? ¿No te llevaría esto a una vida más plena y centrada?
¿Por qué una acción es buena o mala?
La filosofía también te ofrece un marco ético para evaluar tus acciones y decisiones. Al preguntarte «¿por qué una acción es buena o mala?», no solo reflexionas sobre dilemas morales complejos, sino que también consideras las implicaciones éticas de las elecciones diarias que haces, desde cómo interactúas con los demás hasta las decisiones de consumo.
Por ejemplo, considera las implicaciones éticas de tus hábitos de consumo. ¿Estás eligiendo productos que son éticamente producidos? ¿Cómo afectan tus decisiones de compra a la sociedad y al medio ambiente? Incluso algo tan simple como reducir el desperdicio de alimentos o reciclar puede ser una reflexión ética sobre nuestra responsabilidad hacia el planeta y las futuras generaciones.
También la forma en que interactúas con los demás está cargada de consideraciones éticas. La filosofía te enseña a tratar a los demás con respeto, justicia y empatía. En la práctica, esto podría significar ser más conscientes de cómo cada palabra y acción afecta a quienes nos rodean. Desde ser honestos en nuestras relaciones hasta mostrar amabilidad hacia un extraño, nuestras interacciones diarias son oportunidades para practicar virtudes éticas.
¿Vives de acuerdo con tus principios?
¿Qué valores guían tu vida? ¿Tus acciones diarias reflejan tus creencias sobre lo que es justo y bueno? Este tipo de autoexamen te puede llevar a cambios significativos en tu vida, desde la carrera profesional que eliges hasta cómo ocupas el tiempo libre.
Pero no todos los dilemas éticos son sobre grandes cuestiones vitales. A menudo, enfrentamos dilemas morales menores en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, ¿qué haces si encuentras dinero en la calle? ¿Cómo reaccionas ante un amigo que cuenta un chiste ofensivo? Interesante, ¿verdad?
Y no se trata solo de ti como individuo; también se trata de la comunidad y sociedad en que vives. Actos como votar, participar en iniciativas comunitarias o incluso la forma en que crías a tus hijos tienen implicaciones éticas que afectan a la colectividad.
Algunas lecturas para iniciarse en el pensamiento filosófico
«El mundo de Sofía» de Jostein Gaarder: Este libro es una novela que introduce los conceptos filosóficos básicos a través de una historia intrigante y accesible. Es ideal para principiantes y cubre una amplia gama de filósofos y teorías.
«Historia de la Filosofía sin temor ni temblor» de Fernando Savater: Savater es conocido por su habilidad para hacer la filosofía accesible. Este libro es una introducción amena y ligera a la historia del pensamiento filosófico.
«Filosofía para Principiantes» de Richard Osborne y Ralph Edney: Un libro que utiliza cómics y humor para explicar ideas filosóficas complejas de manera sencilla y entretenida.
«Los problemas de la filosofía» de Bertrand Russell: Un clásico que introduce al lector en los problemas fundamentales de la filosofía. Aunque el autor es un filósofo importante, su escritura es clara y accesible.
«Filosofía en viñetas» de Michael F. Patton y Kevin Cannon: Una forma divertida y visual de aprender sobre filosofía. Este libro usa cómics para explicar conceptos filosóficos de una manera muy digerible.
«La Filosofía en 100 preguntas» de María Dolores Sánchez: Este libro presenta los conceptos filosóficos fundamentales en forma de preguntas y respuestas, haciéndolos fácilmente accesibles para los principiantes.
«El café de los filósofos muertos» de Simon Critchley: Una obra que presenta las ideas de los grandes filósofos de la historia en un formato relajado y conversacional.
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