Tienes en mente tus metas y el plan de acción que estás llevando a cabo. Eso está genial. Pero quizás hay una pregunta que aún no te hayas hecho. Vas avanzando, cumpliendo tus objetivos. Y te descubres dejando de observar tu realidad y adaptándote a lo que va sucediendo. Si encuentras formas de que funcione todo, ¿para qué cambiar?
Hoy te acompaño a explorar un tema fascinante: el «efecto sophomore«. Aunque este término se originó en el mundo de la música, refiriéndose a la presión de tener que superar un primer álbum exitoso, su relevancia trasciende a muchos otros aspectos de nuestras vidas. ¿Te suena familiar la idea de luchar por igualar un éxito inicial en tu vida personal o profesional? Esa presión puede terminar asfixiando tu creatividad. Pero vamos por partes.
El Efecto Sophomore
Este fenómeno ocurre cuando una banda o un artista que ha tenido un debut exitoso se enfrenta al desafío de lanzar un segundo álbum. La presión puede ser enorme, tanto de la industria como de los fans, y a menudo conduce a un esfuerzo por replicar la fórmula del éxito inicial. Pero, ¿es esto siempre lo correcto?
Fuera del mundo de la música, el efecto sophomore puede verse en muchos ámbitos. Por ejemplo:
En el mundo empresarial: Un emprendedor que logra un gran éxito con su primer proyecto puede sentirse presionado para seguir la misma ruta en su segundo emprendimiento, aunque su instinto le indique explorar nuevas ideas.
En la carrera académica: Un estudiante que obtiene excelentes resultados en su primer año puede enfrentarse a la expectativa de mantener el mismo nivel, lo que a veces conduce a un enfoque rígido en las calificaciones en lugar de en el aprendizaje.
En las relaciones personales: Alguien que ha tenido una primera relación amorosa en la que le ha ido bien puede intentar replicar ese mismo patrón en relaciones futuras, ignorando que cada relación es única.
Escuchando tu lado creativo
El principal riesgo del efecto sophomore es que limita tu creatividad y capacidad de explorar nuevas rutas. Al intentar seguir el mismo camino, podemos perdernos de experiencias enriquecedoras y del crecimiento personal que viene con el hecho de probar cosas nuevas.
En lugar de replicar ciegamente el éxito anterior, es esencial escuchar nuestra voz interior y creatividad. Esto puede implicar correr riesgos y enfrentar el miedo al fracaso, pero también abre la puerta a descubrimientos y logros genuinos.
La Maldición del Segundo Álbum
Te contaba al principio que, originalmente, el efecto sophomore se estudiaba en el mundo de la música. Te invito a ver el vídeo de Alberto Ferreras en su canal «Diversión con Vinilos» en el que amplía este tema con ejemplos de bandas emblemáticas que se encontraron en esta misma encrucijada:
King Crimson: Su primer álbum fue revolucionario, pero el segundo fue criticado por ser demasiado similar.
Velvet Underground: Cambiaron de rumbo en su segundo disco, lo que les costó críticas, pero con el tiempo se valoró su influencia.
Dire Straits: A pesar de que su segundo álbum no fue tan aplaudido como el primero, tenía su propio encanto.
Mike Oldfield: Con «Hergest Ridge», decidió hacer algo completamente diferente, alejándose de las expectativas y siguiendo su propio camino.
Un plan de acción en continua transformación
De lo que te he contado en el artículo habrás deducido que tan importante como tener un buen plan de acción como hoja de ruta es tener la suficiente flexibilidad para adaptarse a las circunstancias en cada paso. Lo que te funcionó en un primer momento puede no hacerlo en el siguiente. O incluso sí hacerlo pero con una eficacia disminuida por miedo a no atreverte a salir de esa fórmula que te ha funcionado antes.
Hay algo, o mejor dicho alguien, que sí ha cambiado en cada fase del plan: Tu. Poco o mucho, pero ¿podrías decir que eres exactamente el mismo que se planteó al principio adonde quería ir y cómo lo iba a lograr? Para nada. Por eso en sucesivas fases te invito a mirar tus circunstancias pero sobre todo a ti mismo. Esta nueva forma de ver las cosas que has ido creando te dará pistas de aspectos a mejorar o líneas que explorar.
Tu plan nunca estará acabado del todo, y saber eso te quitará mucha presión. Tu tampoco como persona eres jamás un proyecto terminado, por lo menos hasta que la vida te diga «hasta aquí llegamos». Despues del primer plan vendrá otro, despues del siguiente objetivo descubrirás otro más. Y en todos ellos tu con tu nueva capacidad de observación y habilidades renovadas. Feliz viaje !!!!
Coach Personal acreditado por ICF. Máster en Psicología Clínica y Recursos Humanos. Consulta Presencial y Online en Santa Cruz de Tenerife. Te acompaño en la búsqueda de tu Plan de Acción. Información de Contacto.
