Anoche empecé a ver One Piece, un anime de los que llevan siglos en mi «Lista Interminable de Pendientes de Ver». Me he reído muchísimo. Luffy, el protagonista, es alegre, despreocupado, con una voluntad inquebrantable, un poco impulsivo y sobre todo con un gran sentido de la amistad y la lealtad.
Está claro que hay momentitos en que tener un puntito Luffy está genial. Reirse de todo y perseguir tu sueño, sin hacer caso a lo que te dicen que es imposible. Y encima, siendo una fuente de inspiración como le pasó a Coby… Y si fuera hoy? Si las circunstancias no importaran, que te gustaría hacer?
COBY.- ¿Qué te ha impulsado a hacerte a la mar?
LUFFY.- Seré el Rey de los Piratas !!!
C.- Y tus compañeros?
L.- No tengo, iba a buscarlos
C.- El Rey de los Piratas es un título otorgado a quienes lo han obtenido todo !!! (…) Es imposible. Totalmente imposible. Claro que es imposible !!!. No podrás llegar a la cima de la Gran Era Pirata, es imposible !!!.
L. No se trata de poder hacerlo o no. Quiero hacerlo, y lo haré. Decidí que me convertiría en el Rey de los Piratas. No me importa si tengo que morir luchando para hacerlo… Bueno, ya he llenado la panza. Iré a buscar un bote. ¿Me darán uno si lo pido? Espero encontrarme a alguien generoso.
C.- … Nunca lo había considerado… ¿Yo también podría hacerlo?
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